Aún recuerdo mi primer día de escuela primaria...
Irremediablemente, iba a asistir en la misma primaria en donde trabajaba mi abuelito como maestro de 3er año (era de esos profes que ya casi no hay, chapados a la antigüa, laborioso, desconocido total de las marchas y plantones de maestros placeros), y por supuesto, asistían todos mis primos mayores, siendo yo la última de la generación de nietos que asistieron a ella.
Yo estaba soñada, era una pequeña con cabello de hongo, chiquitita y escuálida. Pero tenía muchas ansías de aprender y de ir como un patito de una mamá pato, así de hilerita. Aún cuando inició con un malentendido... fuí al salón con mis primos de 5to grado (donde ellos habían entrado), y revisando un pupitre, me encontré con un estuche con colores. Como no había más mochilas que las de mis primos, el que se la encuentra se la queda (sobre todo si tus primos te instigan a quedarte las cosas que no son tuyas). En la formación (yo no sabía que era una formación, estaba en la hilera toda estúpida) tenía yo el estuche, entonces mi abuelito me pregunta de quién era, le dije que me lo encontré y me lo pidió pasándolo a la dirección. Mis primos crueles me llamaron "ratera". De más esta decirles que me puse a llorar...
Esto me dejó cosas buenas a pesar del mal rato: 1.- Nunca volver a confiar en mis primos cuando me dicen algo con un malévolo interés, 2.- No aplicar el cuento del que se lo encuentra se lo queda (hasta el momento, si encuentro algo de lo que puede localizarse su dueño, se lo devuelvo, aún así sea un bolígrafo o un triste peso), 3.- Siempre puedes remediar el daño o puedes contribuir a reparar un daño (el dueño del estuche lo recuperó según me dijo mi abuelito cuando le pregunté). Ah y sí, distinguir y aceptar lo que es tuyo y qué no.
Por ello, ahora tengo este nuevo blog, creado y hecho por mis propias manitas. El titulo es igual, puesto que el sobrenombre es mío (regalado por un ex de una amiga), pero no tengo derechos sobre la creación del otro blog, sí de su idea, sí de mis posts, pero no de él.
Espero darle más contenido día a día. Porque cada día es nuevo. Espero con esto vivir esta nueva faceta de mi vida.
Irremediablemente, iba a asistir en la misma primaria en donde trabajaba mi abuelito como maestro de 3er año (era de esos profes que ya casi no hay, chapados a la antigüa, laborioso, desconocido total de las marchas y plantones de maestros placeros), y por supuesto, asistían todos mis primos mayores, siendo yo la última de la generación de nietos que asistieron a ella.
Yo estaba soñada, era una pequeña con cabello de hongo, chiquitita y escuálida. Pero tenía muchas ansías de aprender y de ir como un patito de una mamá pato, así de hilerita. Aún cuando inició con un malentendido... fuí al salón con mis primos de 5to grado (donde ellos habían entrado), y revisando un pupitre, me encontré con un estuche con colores. Como no había más mochilas que las de mis primos, el que se la encuentra se la queda (sobre todo si tus primos te instigan a quedarte las cosas que no son tuyas). En la formación (yo no sabía que era una formación, estaba en la hilera toda estúpida) tenía yo el estuche, entonces mi abuelito me pregunta de quién era, le dije que me lo encontré y me lo pidió pasándolo a la dirección. Mis primos crueles me llamaron "ratera". De más esta decirles que me puse a llorar...
Esto me dejó cosas buenas a pesar del mal rato: 1.- Nunca volver a confiar en mis primos cuando me dicen algo con un malévolo interés, 2.- No aplicar el cuento del que se lo encuentra se lo queda (hasta el momento, si encuentro algo de lo que puede localizarse su dueño, se lo devuelvo, aún así sea un bolígrafo o un triste peso), 3.- Siempre puedes remediar el daño o puedes contribuir a reparar un daño (el dueño del estuche lo recuperó según me dijo mi abuelito cuando le pregunté). Ah y sí, distinguir y aceptar lo que es tuyo y qué no.
Por ello, ahora tengo este nuevo blog, creado y hecho por mis propias manitas. El titulo es igual, puesto que el sobrenombre es mío (regalado por un ex de una amiga), pero no tengo derechos sobre la creación del otro blog, sí de su idea, sí de mis posts, pero no de él.
Espero darle más contenido día a día. Porque cada día es nuevo. Espero con esto vivir esta nueva faceta de mi vida.
Pocas veces en la vida se puede uno sentir tan especial y lleno de orgullo como me siento yo en este momento al plasmar un primer comentario en tu blog ELFA PSICóPATA. Un ser de fantasía que ha perdido la cordura, que padece un transtorno mental... mmm muy interesante, creo que aquí hay una promesa de buenas lecturas. Estaré al pendiente de este inquietante blog.
ResponderEliminarLa cordura la pierdo cada día, despúes de que extraño las viejas costumbres.
ResponderEliminarDe por sí, un ser reprimido y libertina como yo tiene que sacar sus neuras de cierto modo.
Saludos!